lunes, 10 de octubre de 2011

Sí, se puede.

Una vez, la dije a una amiga: Tía lo echo de menos, no puedo más, esto es superior a mi, ¿ qué puedo hacer ?
Ella simplemente se limitó a responderme muy fría y al mismo tiempo muy segura de sus palabras: Es cuestión de olvidar, tu eres fuerte, sabemos que puedes.
- Me creéis capaz de eso ? ¿ En serio ? Yo creo que no, ¿ cómo es posible, que me pidas que lo olvide ? Sabes que no puedo, es imposible, ¿ cómo olvidar a la persona que te ha echo feliz durante meses ? ¿ cómo olvidar esas tardes de no hacer nada y hacerlo todo en casa de él ? ¿ cómo me explicas tú, que olvide sus besos, sus caricias, sus miradas? Simplemente.. ¿ Cómo me dices que olvide a la persona por la que lloro y que olvide al único que es capaz de consolarme ?
Querida amiga, yo te diré algo, tal vez, el tiempo cure las heridas, pero también deberías saber, que dejan cicatriz, y puede, que alguna vez esa cicatriz vuelva abrirse tan solo con volver a verlo..
El me ha echo sentir lo que nunca nadie había conseguido, me he entregado en cuerpo y alma a lo que sentía, a lo que yo quería, pero.. ¿ De que me sirve todo eso ahora ? Ahora, ¿ que no lo tengo, que lo perdí ? Si, lo sé, está lejos, se fue, ¿ y ahora qué ? ¿ Tan pronto se ha olvidado de mi ? ¿ Así de fácil ha borrado todos nuestros momentos ? ¿ De verdad ? Si, ahora me lo replanteo, tal vez, mi amiga, en su día tuvo razón, ¿ quizá lo mejor sea olvidarle y pensar que no volverá o debo esperarlo por si decide regresar ?
Ella me respondió: Cariño, eres mi amiga, deseo lo mejor para ti.. Pero en esto no puedo ayudarte, solo tu eres capaz de pensar en lo que realmente quieres. Solo te pediré una pequeña cosita. Me dijo y le contesté de las mismas: Pídeme lo que quieras. Me dijo ella: Nunca, repito nunca, dejes que un chico te robe tu felicidad, tu sonrisa, no permites que borre tus ganas de vivir, jamás te rindas, tu si quieres eres capaz de desayunarte el mundo y merendarte el resto del universo

domingo, 2 de octubre de 2011

A veces...

.... siento que me he equivocado de día cuando me levanto por las mañanas. A veces pienso que la gente se ha equivocado de idioma cuando me habla de amor. No hables con ese, no mires a aquella. No dejes que un abrazo signifique más que un beso, no sonrías tanto, no llores. Hola, adiós, un nunca más, un para siempre. Quisiera hablarte hoy de ti, que creo que nunca os he presentado.